¿Sabías que la actividad física potencia el cerebro de niños y adolescentes?

Los padres, en su interés y preocupación por el progreso académico de sus hijos, suelen dejar la actividad física a un lado, pues para mucho de ellos implica un sacrificio por parte del hijo al tiempo para estudiar. Pero ignoran todos los beneficios que trae también para el cerebro, la actividad neuronal y la memoria la práctica de actividad física.

La actividad física es vital para los niños y adolescentes. Varios expertos han coincidido en distintos estudios en que la actividad física en niños puede aumentar el potencial cerebral.

Oxigenar al cerebro de los chicos en sus primeros años mediante actividades como correr, montar bicicleta, andar en patines, jugar fútbol es una decisión valiosa y productiva.

Recientes estudios científicos de expertos del Centro Médico de la Universidad de Vrije (Amsterdam) afirmaron que existen varias implicaciones cognitivas en la práctica regular de actividad física. Se demostró que la misma produce un aumento en el flujo sanguíneo que llega al cerebro, mejorando así la oxigenación de este importante órgano.

Asimismo, se demostró que el ejercicio aumenta los factores de crecimiento, que son los que contribuyen en la creación de nuevas neuronas, además de potenciar la sinapsis cerebral (capacidad para hacer conexiones nerviosas), lo que resulta muy importante en esta etapa de la vida.

 Entre los 12 y los 20 años, el cerebro se encuentra en proceso de maduración, esto se traduce en que mientras más sean las nuevas redes y conexiones neuronales que se desarrollen en esta etapa, la capacidad cognitiva de la persona será mayor.

Los científicos también demostraron que practicar deporte incrementa dos neurotransmisores (noradrenalina y endorfinas), los cuales son los encargados de  disminuir el estrés y mejorar el estado de ánimo.

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Desde el punto de vista cognitivo, entre los 6 y 18 años, el ejercicio físico desarrolla la actividad cerebral de la siguiente manera:

1. La actividad física ayuda a mejorar el rendimiento académico.
2. El dominio de las habilidades básicas motoras incrementan el poder cerebral y el rendimiento escolar.
3. Dedicar tiempo a realizar actividades físicas favorece el nivel de concentración.

Desde el punto de vista psicológico la actividad física propicia:

1. Niños y jóvenes más comprometidos, puesto que acelera la motivación a realizar lo que le gusta, generando una sensación de bienestar.
2. El nivel de autoestima mejora significativamente con la actividad física.
3. Los valores fundamentales como el respeto, la responsabilidad, el amor, entre otros, son reforzados cuando se practica actividad física.
4. Las relaciones interpersonales con padres, familiares, amigos y personas importantes en sus vidas se fortalecen cuando se practica actividad física.
5. El ejercicio físico reduce la ansiedad y previene la depresión.

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Desde el punto de vista fisiológico, la actividad física frecuente durante los primeros años de vida disminuye la probabilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2 en la adultez. Además, practicar en menor o mayor intensidad ejercicios físicos es saludable para el metabolismo infantil.

De acuerdo a un reciente informe de la organización mundial de la salud, ocho de cada diez niñas y adolescentes no realizan la actividad física mínima recomendada por el organismo. La OMS establece que los niños entre 5 y 17 años deberían realizar una hora de ejercicio físico al día, realizando tres veces por semana actividades para fortalecer músculos y huesos.

Este informe también alertó una vez más sobre los riesgos del sedentarismo: las niñas que no practican actividad física o la abandonan precozmente poseen mayor riesgo de sufrir inestabilidad de salud a lo largo de su vida, pues diversos estudios ya lo afirman que el ejercicio rutinario reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, diabetes y algunos tipos de cáncer como mama, endometrio, pulmón, entre otros.

Otros estudios científicos le dan gran importancia al receso escolar, catalogándolo como un momento ideal para fomentar el juego y el ejercicio físico. Estos estudios sugieren que los espacios escolares cuenten con patios y gimnasios, aportándole valor agregado a las asignaturas de educación física estimulando a la población estudiantil a participar activamente en dichas actividades.

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Conociendo los beneficios múltiples que concede la actividad física en sus niños, no lo vea solo como una alternativa eventual de distracción ni como una pérdida de tiempo. Todo cuanto contribuya en su maduración y crecimiento en las mejores condiciones debe ser fomentado y la actividad física tiene positivas repercusiones en cuerpo y mente. ¡A moverse!