¿Cómo saber si soy un buen padre o una buena madre? Es más fácil serlo usando el pensamiento crítico.

Uno de los mayores retos que posiblemente nos planteamos a lo largo de nuestra vida surge cuando decidimos ser padres. Asumir esa maravillosa experiencia, que también es una gran responsabilidad, genera siempre una gran interrogante: ¿Cómo puedo ser el padre o madre ideal?

 

Si quieres ser un buen padre enséñale pensamiento crítico y libertad

El aprendizaje del ser humano nunca termina y cuestionar o calificar continuamente nuestro rol de padres y en general todo es la respuesta para tratar de ser un mejor papá o una mejor mamá. El pensamiento crítico se convierte en la mejor  herramienta para hacer crecer a nuestros hijos de forma independiente y con valores humanos. Y si quieres que sea una persona libre e independiente y no un espejo tuyo, dejalo decidir. La primera decisión que no debes tomar por él o ella es no ponerle un sello de una religión. No lo bautices hasta que él decida si realmente quiere pertenecer a una religión. En ese proceso, enséñale a respetar a las personas que creen en dioses, pero enseñale que no es lo mismo respetar una persona a respetar una idea. Las ideas pueden debatirse, negarse y no todas las ideas deben ser respetadas.

Encuentra en nuestro canal un video de como entender que es pensamiento crítico y como enseñarselo a nuestros hijos.

👇

 

 

---

Te puede interesar leer: Los mejores cuartos para niños y niñas personalizados en Bogotá

      

Fuente: KiKi Diseño y Decoración

---

No existe papá o mamá perfecta. No obstante, siempre se debe procurar hacer el mejor esfuerzo para ser un buen modelo para los hijos. Hay ciertas cosas que nos pueden orientar sobre qué tan bien estamos desempeñando este difícil papel. Estos tips que leerá a continuación le permitirán autoevaluar su rol y, si es el caso, reorganizar estrategias para mejorar la crianza de sus hijos ganar más afecto y respeto y poder responder ¿Cómo saber si soy un buen padre o una buena madre?:

Enseñar Pensamiento Crítico

Si queremos que los niños crezcan interiormente, debemos enseñarles a pensar, dice el educador Brian Oshiro. Y podemos hacerlo con 4 preguntas simples.

¿Cómo podemos alentar a los niños a pensar críticamente desde una edad temprana? A través de una actividad en la que cada niño ya es un experto: hacer preguntas.

1. Vaya más allá de “¿qué?” Y pregunte “¿cómo?” Y “¿por qué?”

En casa, solicite a su hijo que responda preguntas como “¿Cómo exactamente X causa el cambio climático?” Y “¿Por qué deberíamos preocuparnos por eso?” Para responder, tendrán que ir más allá de los hechos y realmente pensar en un tema .

2.  ¿Cómo sabes esto?

Oshiro dice: “Tienen que proporcionar algún tipo de evidencia y poder defender su respuesta contra algún ataque lógico”. Para responder esta pregunta, los niños deben reflexionar sobre sus declaraciones anteriores y evaluar de dónde obtienen su información.

3. Pídales que piensen en cómo su perspectiva puede diferir de la de otras personas.

Haga una pregunta como “¿Cómo afectará el cambio climático a las personas que viven en X país o X ciudad?” O “¿Por qué las personas que viven en X país o X ciudad deben preocuparse por eso?” Los niños serán presionados a pensar en prioridades y pensar en los demás tratando de entender su punto de vista, un tema esencial de la resolución de problemas de una forma más creativa y menos confrontacional.

4. Finalmente, pregúnteles cómo resolver este problema.

Pero asegúrese de enfocar la pregunta. Por ejemplo, en lugar de preguntar “¿Cómo podemos resolver el cambio climático?”, Que es demasiado grande para que alguien pueda entenderlo, pregunté “¿Cómo podríamos abordar y resolver la causa X del cambio climático? “Responder esta pregunta requerirá que los niños resumir sus conocimientos. Ayudalos para que propongan una variedad de enfoques: ¿Qué solución científica podría abordar la causa X? ¿Qué es una solución financiera? ¿Solución política?

El pensamiento crítico no es solo para los jóvenes, por supuesto.  Si eres un aprendiz de por vida, hazte este tipo de preguntas para poner a prueba tus suposiciones sobre lo que crees que ya sabes, todos podemos mejorar y apoyar el pensamiento crítico haciendo algunas preguntas.

Te puede interesar leer: 10 Tips de autoevaluación para padres y madres

 

Amar:

Entregar amor a su hijo. A través de las expresiones de afecto se genera una conexión positiva entre lo emocional y lo cognitivo, entre lo que el niño ve y siente y por supuesto dando ejemplo.

Comunicación:

Es el principio fundamental para una buena relación. Saber escuchar hará posible una buena conexión emocional y afectiva con los sentimientos de sus hijos, y propiciará una relación padre- hijo exitosa.

1. Los valores: Uno de los más importantes el respeto. Al respetar a sus hijos e inculcar valores, la respuesta de este hacia la sociedad y lo que él espera recibir de la sociedad se fundamentará en el respeto. Y esto será también fundamental en el tipo de relación que mantenga a lo largo de la vida con los padres.
2. Potenciar lo bueno y corregir lo inadecuado: Reconozca y exalte los méritos y reconocimientos de sus hijos. La satisfacción por sus éxitos, además de usar elogios y un refuerzo verbal positivo, influye significativamente en su equilibrio emocional. Pero como no siempre hacen bien, también hay que ser firmes pero respetuosos en la corrección de aquellas cosas que pueden estar haciendo mal. No se enfoque en destacar lo malo, sino en hacerle comprender cómo puede hacerlo mejor.
3. La diversión: Ser padres divertidos. Salir de la rutina. Inventar juegos, cantar, realizar actividades sencillas al aire libre, bailar con ellos, elaborar recetas sencillas de cocina, entre otras actividades que le permitan ver que sus padres pueden ser “cool” y no anhelar experimentar estas experiencias con extraños.
4. Establecer normas de convivencia. Dar los buenos días, buenas noches, cuidar de sus juguetes, del mobiliario, de las cosas del hogar, respetar la hora de comer, desayunar, almorzar o cenar juntos, realizar oraciones en familia, tratar con cortesía y de manera gentil las visitas. Son normas de convivencia que le servirán para toda la vida.
5. Evitar por todos los medios el castigo físico. Existen muchas buenas maneras para educar. Con el castigo físico no se logra aprender. Solo potencia el resentimiento y el temor a que vuelva a suceder. Estas situaciones, cuando se hacen cotidianas, podrían desencadenar escenarios de violencia en otros lugares, como en el colegio, por ejemplo.
6. El autoestima: La mejor arma que tendrá su hijo para enfrentarse al mundo es el autoestima. Es fundamental que el niño aprenda a respetarse, aceptarse y quererse a sí mismo y los padres juegan un papel fundamental en el desarrollo de esta cualidad. Evite decir a sus hijos frases que lo marcarán para siempre como “no sirves”, “todo lo haces mal”, “nunca te portas bien”, entre tantas otras, que crearán una herida que se expresará en su adultez.
7. Ofrécele protección personal: Es una manera sencilla de dar amor y que el niño lo pueda percibir. Nunca ignores ni menosprecies sus miedos. Escúchalo y enséñale a enfrentarlos.
8. No sobreproteger: La sobreprotección tiene sus ventajas, pero sólo para los padres. Independientemente de los temores propios de los progenitores hay que dar la oportunidad -de acuerdo a la edad, claro- para que los hijos vivan sus propias experiencias, sin temor a caer y equivocarse. Y si esto les pasa, porque en la vida hay de todo, toca enseñarlos a levantarse, pues los errores también dejan un aprendizaje.
9. Autocontrol: Como padres es una necesidad trabajar en el autocontrol. Puede suceder en ocasiones que no tengamos la razón porque los padres no somos perfectos. Como padres también debemos tener la madurez y humildad de pedir disculpas, abrazar y besar.

También puedes leer: Tips para crianzas de niños y niñas en el mundo actual

Lo importante es que durante todo este proceso puedas transmitirle y enseñarle a tu hijo todo lo que necesitará a lo largo de su vida para ser feliz y exitoso. El camino debe ser de cuidado, acompañamiento, pero también, de aprendizaje mutuo.

Ningún padre puede escribir el futuro de su hijo, ni decidir por ellos. Lo que sí es cierto es que los padres son la mayor influencia y soporte para orientarlos a tomar decisiones en el futuro que los lleven a tener una vida cada vez mejor, si le enseñas a ser independiente y a pensar por sí mismo lograras que no sea solo una extensión de ti mismo, lograrás que él o ella sea quien quiere ser.

Cuando se es padre la autoevaluación se convierte en una constante y usar el pensamiento crítico para ser padre te ayuda a tomar buenas decisiones, no tomarlas sin información o solo usando una tradición familiar. La crianza de los hijos es una labor de dos (padre y madre) y principalmente de esto depende el éxito, indistintamente de la relación que exista entre ellos.

Ser y cumplir las funciones de padre no debe convertirse en un desgaste emocional y físico, es un rol único y satisfactorio.

El mejor regalo que un padre o madre puede dar a su hijo es una infancia llena de momentos felices, de buenas vivencias, de compañía incondicional y de amor ilimitado, siempre enmarcado en la enseñanza del pensamiento crítico. Cuán gratificante resulta para un padre que cuando su pequeño crezca pueda recordar con alegría y con una gran sonrisa el cómo fue su infancia tanto a nivel familiar, escolar como social y agradecerle a sus padres a que no lo obligaron a ser determinada persona, que le dieron la libertad de entender el mundo bajo la información y evidencias disponibles y de esta forma tomar sus propias decisiones pudiendo cuestionar hasta la misma autoridad de sus padres.

Te invitamos a leer nuestro artículo: 8 Recomendaciones claves para padres primerizos