10 consejos para criar una niña empoderada y libre de religiones machistas

Criar a una niña líder y empoderada cada vez es más posible, puesto que los prejuicios acerca de una supuesta inferioridad del género femenino están siendo sustituidos por técnicas de reforzamiento del potencial de las niñas y para incrementar su autoestima y confianza en sí misma.

El empoderamiento en las niñas les permitirá expresarse con facilidad, haciéndolas conocer desde muy pequeñas sus derechos y deberes. Ellas deben crecer y participar de un hogar en donde sus opiniones sean escuchadas y valoradas, potenciando la confianza y seguridad en sí mismas. Las niñas deben ser educadas y acompañadas para llegar a ser todo lo que aspiran ser, sin limitaciones, y para ser capaces de progresivamente tomar sus propias decisiones informadas.

Las niñas deben tener las mismas oportunidades de trato, educación y salud que los niños sin ser discriminadas por su género. Los 5 años se considera una edad recomendable para iniciar conductas de empoderamiento, pues en ese momento, las niñas cuentan con las bases emocionales y cognitivas para trabajar esa conducta y comenzar a perpetuarla.

Es a partir de esta edad donde además se le pueden inculcar derechos y deberes que le permitirán crecer como una persona responsable y feliz con su entorno.

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A continuación, te mostramos algunos consejos fundamentales para criar una niña empoderada:

1. Frecuentemente se asignan a las niñas labores como lavar los platos o cocinar y a los niños tareas como pasear al perro o sacar la basura. Es importante no discriminar las tareas del hogar de acuerdo al sexo del niño, con el fin que tanto niños como niñas crezcan conscientes y capaces de hacer todo tipo de labores cotidianas. No existe género condicionado ni hay actividades que desacrediten a uno u otro.
2. El ambiente del hogar debe ser un ambiente participativo en donde todos los niños que convivan en el puedan manifestar sus opiniones, esto contribuye de gran manera con su autoestima. Consultarles acerca de qué desean comer, o a dónde quieren pasear es una forma sencilla de tomarlos en cuenta.
3. En todo momento la opinión de las niñas debe ser escuchada. Nunca se les debe hacer sentir que su opinión vale menos que la de otro miembro del hogar, o que tiene menos valor que la de sus hermanos, o la de su padre. Cuando la niña toma la decisión de expresar lo que piensa se le debe dar todo el reconocimiento posible.
4. Si es el caso de practicar una actividad deportiva no necesariamente le exijas a una niña que practique deportes femeninos (gimnasia, ballet, etc) existen disciplinas deportivas como fútbol, béisbol y hasta artes marciales en las que una niña puede incursionar si así lo desea con mucha disciplina y constancia. Esto reforzará su seguridad.
5. Háblale a tu hija acerca de figuras femeninas emblemáticas de la historia a través de libros, literaturas e Internet bajo supervisión, en donde la figura femenina sea la protagonista. Es importante que en dichas historias las niñas no asuman roles estereotipados (“la típica princes” o el personaje débil) sino que sean personajes con iniciativa, que propongan soluciones y se impongan como líderes positivas.
6. El rol de la madre en el empoderamiento de su hija es determinante, sin embargo, la función del padre es fundamental. Los papás suelen ser más comprometidos y receptivos con sus nenas, y en algunos casos, más abiertos a conversar con ellas acerca de sus emociones. En un reciente estudio de una universidad de Atlanta-Estados Unidos, se pudo comprobar que los padres que tienen hijas están mucho más involucrados en sus interacciones interpersonales, lo que contribuye ampliamente con su capacidad para desarrollar empatía con el entorno y con el sexo opuesto.
7. Dejar que la niña se enfrente en algún momento a la derrota es fundamental. Es necesario que ella aprenda a ganar y a perder porque esto le permitirá aprender de los fracasos y a manejarlos como una experiencia más de la vida.
8. La creatividad, la recreación y la imaginación son factores que permitirán a las niñas sobresalir en el colegio y en cualquier actividad extracátedra.
9. Un plan de vida en las niñas a temprana edad les permite llegar con ideas claras y mucha confianza a la adultez. Esta planificación debe venir acompañada por los padres, quienes pueden instruirla y ayudarla respetando sus decisiones siempre que están sean provechosas para su vida.
10. La educación es un indicador relevante en el empoderamiento de las niñas: mientras mayor sea el nivel educativo mayor será el éxito económico, social, personal y profesional de la fémina, así que hay que hacer todo lo posible porque ella cuente con educación formal y participe en actividades que le permitan estar en contacto con la cultura, la ciencia y la salud.

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Apoyar a las niñas a crecer, a decidir, a arriesgarse a nuevos retos y a resolver situaciones por sí sola es fundamental. Debemos confiar en ellas, en sus decisiones y sus habilidades. Asimismo, hay que hacerles saber que su cuerpo es su mayor tesoro, es importante enseñarles como primera medida, que ellas son las únicas dueñas de su cuerpo y de las decisiones al respecto de el.

Los niños son los mejores imitadores de los padres, por esto las labores del hogar deben desarrollarse con equidad.

Criar niñas empoderadas es una garantía a futuro. Caminar por la vida consolidando éxitos y sobre bases sólidas depende de la crianza de sus padres. Los estereotipos y presiones son cosas que deben acabarse, como el de que la mujer debe casarse y tener hijos, son decisiones que deben tomar cada una de ellas, especialmente el no tener hijos es una alternativa respetable y ecológica, no debe tomarse como un acto egoísta, visto que en la actualidad es todo lo contrario.