Los acelerados cambios tecnológicos que suponen el manejo cada vez más temprano de tecnologías de comunicación por parte de los niños los exponen también a una serie de elementos que interfieren con su crianza, lo que ha llevado a los padres a modificar ciertas pautas y estereotipos y a crear nuevos enfoques para supervisar el manejo de estas tecnologías

Bien sabemos que existen muchas diferencias entre los géneros, sin embargo, la igualdad de oportunidades es otro tema que ha añadido un nuevo elemento al ya difícil tema de la crianza, lo que ha llevado a papá y mamá a romper paradigmas y ser flexibles.  Algunos padres optan por la crianza tradicional y otros se enfocan en la crianza actual, con las mismas oportunidades para niñas y niños, donde ellos pueden ser como son, sin estereotipos, con mayor libertad de expresión de sus ideas y formas de ser, aprendiendo a aceptar a los demás con sus cualidades y debilidades, respetando la diversidad, de este modo poder adaptarse a la sociedad sin dificultades que afecten su desarrollo y crecimiento; todo esto mediante el reconocimiento de su propia identidad.

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Niñas empoderadas y felices

Los nuevos enfoques sugieren implementar un patrón de crianza para niñas independientes y fortalecidas pero, ante todo,  felices.

¿Qué significa “empoderar” a una niña y cómo usted puede hacerlo? Acá le damos algunas ideas.

• Las niñas empoderadas son niñas con buen nivel de autoestima, seguras de sí misma, con un amplio conocimiento de varios temas y con la suficiente confianza e independencia como para tomar decisiones con responsabilidad.
• Los padres deben permitir que sus niñas –por supuesto, si sus condiciones físicas lo permiten- intenten actividades que antes eran un “tabú” para ellas, como subir a una patineta o a una tirolesa, manejar bicicleta y conocer el funcionamiento de ciertos aparatos mecánicos, por solo decir algunas. Eso les reforzará la idea de que el género femenino no es una limitante y reforzará su confianza.
• Además de hacer lo que tradicionalmente se hace –se cría a la niña para que sea colaboradora con mamá en los asuntos del hogar- también se le debe permitir que comparta con el padre sus actividades habituales y se familiarice con ellas. Una niña también puede saber de computadoras, equipos electrónicos,  finanzas y otros temas de los cuales eran antes excluidas.
• Desde pequeñas, hay que cultivar en ellas el hábito de la lectura y principalmente de aquellas que realcen positivamente la condición femenina: Trascender las típicas historias de princesas que esperan ser rescatadas e incorporar lecturas de niñas que estudian, leen y son capaces de forjarse un futuro con pasión, autonomía y sin depender de un “héroe”.
• Ante un mundo tan peligroso, hay que orientar a las niñas y a los niños para que exijan ser respetados tanto física como mentalmente. Se les debe decir que sus partes privadas son privadas y que nadie debe tocarle sin importar quien sea, es importante consolidar el vínculo afectivo, mediante el fortalecimiento de canales de comunicación que generen la confianza de tal suerte que los niños puedan contar si se presenta un acontecimiento que atente contra ellos y su integridad, sea la persona que sea, papá, mamá, tíos, primos o cualquier otra persona; también que nadie puede descalificarle con insultos que le hagan sentir ofendido o indefenso.
• En el punto anterior, la confianza es fundamental: Hay que crear el ambiente necesario para que la niña y el niño sea capaz de contar hasta lo más mínimo a sus padres, así estos podrán socorrerle ante cualquier situación de riesgo.
• Esos tiempos en los que pensábamos que las niñas solo podían ser enfermeras, cocineras o maestras quedaron atrás. Las niñas son capaces de ejercer cualquier profesión y los padres tienen mucho que ver en esa percepción por el tipo de comentarios que hacen sobre su futuro, los disfraces que le colocan, los libros que le leen y los programas televisivos o digitales que les permiten que vean.
• A las niñas hay que repetirles que la belleza está en alimentar el intelecto y el espíritu y no es cuestión de tallas o apariencia física. Hay que darle el justo valor a la actividad física y alimentación como medios para una vida saludable y no como un fin que las vuelva esclavas de estereotipos.

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Niños respetuosos y sensibles

• Las tendencias actuales sugieren una crianza que fortalezca en el niño valores adicionales a los habituales, como la amabilidad, el respeto a la condición femenina y el contacto con su sensibilidad, lo que no significa que renuncien a su identidad de género.
• En la antigua crianza se acostumbraba a formar niños con desapegos, personalidades más sobrias y duras. Los nuevos patrones sugieren que no se castre la expresión de sus emociones y orientarles en ese proceso.
• No se le debe recriminar al niño cuando realicen ciertos comportamientos considerados típicamente femeninos, como por ejemplo, si en sus primeros años de vida toma la muñeca de su hermana, la arrulla y le da cobijo. Esta es una conducta aprendida y el niño seguramente ha visto a papá haciéndolo, así que quizá solo está expresando lo que haría como padre a futuro. Pasa igual si juega con instrumentos de cocina que pertenecen a su mamá o hermana, seguramente es algo que ha visto en casa y solo quiere manifestar su disposición a ayudar en un futuro a preparar la comida. En ambos casos, los progenitores deben estar para ofrecer la debida orientación.
• En los niños es importante reforzar los hábitos en su higiene y su apariencia personal, pues suelen ser más descuidados que las niñas. Como en el caso de ellas, también hay que enseñarles a que su cuerpo se respeta y que existen partes privadas que nadie debe tocar.
• Los niños deben ser involucrados en el orden y control de sus pertenencias y del hogar en general: un niño no deja de ser menos niño porque ordene su cuarto o colabore con la limpieza de la casa. Esto lo ayudará a ser considerado con las mujeres, ya que son tareas que habitualmente se descargan solo en ellas.
• Hay que demostrarle a los niños que, además de los superhéroes, hay otras referencias culturales, deportivas, científicas o sociales que pueden ser modelo. Es ideal que cuenten con esta información de los padres, pues es fuerte el peso que recae sobre sus hombros cuando son criados para ser una especie de héroes que nunca pierden y que tienen superpoderes para resolver mágicamente sus problemas.

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